“…Especialmente, cuando esa discusión se entremezcla con otra en la que desempeñan un papel clave los discursos que emanan de las élites políticas y empresariales. Esos discursos se han puesto al servicio de estrategias político-económicas interesadas en presentar como desarrollo turístico ante la opinión pública lo que, habitualmente, ha sido estrictamente crecimiento de la edificación (tal y como han puesto de manifiesto Aledo, 2008;Díaz y Lourés, 2008;Gaviria, 1974aGaviria, , 1974bGonzález y Mantecón, 2014;Huete y Tros-de-Ilarduya, 2011;Jurdao, 1979;Mantecón, 2011aMantecón, , 2012Mazón, 2006;Membrado, 2015;Talavera, 1982;o Vera, 2005a). En el siguiente apartado se propone una reflexión acerca del modo en el que la expresión «turismo residencial» ha sido instrumentalizada por parte de los actores sociales más interesados en la promoción del negocio inmobiliario.…”