“…El modelo de mundo y la estructura sintáctico-semántica del texto Los diferentes tipos de los modelos de mundos (I, II y III) representan un fundamento firme y plural para que el autor construya un texto con los rasgos de la ficcionalidad; de esta manera, el modelo del mundo de lo verdadero (tipo I), de lo ficcional verosímil (tipo II) y de lo ficcional no verosímil (tipo III) determinan la construcción de conjunto referencial que está conectada con el texto narrativo, transformándose en la macroestructura del texto, es decir, en su estructura de carácter sintáctico (Albaladejo, 1990;Rodríguez Pequeño, 1995;2008). Para la producción del texto narrativo y para atribuirle las características de la ficcionalidad, se produce un proceso de intensionalización como una parte de la mímesis (Aristóteles, 1974;Auerbach, 1979;Tatarkiewicz, 1988;Rodríguez Pequeño, 1995;Albaladejo, 1992;1998;Garrido Domínguez, 2011): el autor construye un conjunto referencial utilizando un modelo del mundo de tipo II o de tipo III, lo que es natural teniendo en cuenta un carácter referencial de la ficcionalidad (Albaladejo, 1990;1992). Y en este punto es determinante el planteamiento teórico-crítico de Mariano Baquero Goyanes, al establecer una distinción clave entre el referente de la novela y el referente del cuento (Baquero Goyanes, 1974;1975a;1998), oponiendo el desarrollo novelístico que hace posible una gran complejidad estructural (Baquero Goyanes, 1975b) y la condensación del cuento, a la que, como nos explica, no es ajena la novela corta (Baquero Goyanes, 1949a: 109;1974;1975a;1988;2022;Martínez Arnaldos, 2022;Pujante Segura, 2022).…”