El síndrome de Mirizzi es el resultado de la inflamación aguda y crónica causada por un cálculo impactado en la bolsa de Hartmann o el conducto cístico, con obstrucción parcial o completa de la vía biliar principal, y a medida que el proceso inflamatorio progresa, se puede producir obstrucción, necrosis, e incluso fístula biliar interna. Una vez que se produce esta impactación, diversos fenómenos pueden generarse como ictericia, colecistitis aguda, fístula colecisto-coledociana o bilio-digestiva, coledocolitiasis, colangitis y cirrosis biliar secundaria, entre otros. Estos signos y síntomas no siempre son lógicos y ordenados, según la gravedad de cada complicación. Entre los métodos de estudio de imagen disponibles para diagnosticar un síndrome de Mirizzi se encuentran, el ultrasonido abdominal, la tomografía axial computarizada, la colangioresonancia, y la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica. El tratamiento del síndrome de Mirizzi más utilizado es la cirugía, se basa esencialmente en la resección de la vesícula biliar y la extracción del cálculo impactado, utilizando diferentes técnicas para reparar el defecto en los casos con fístula. La cirugía laparoscópica no es la más prevenida, considerándola algunos autores como contraindicada, sobre todo en los casos con fístula.