“…El Análisis de la Conversación se ha ocupado de describir las funciones discursivas de las repeticiones y las (re) formulaciones dialogales, generalmente por separado, en géneros como la conversación cotidiana (Tannen, 1987;Norrick, 1987;Camacho, 2001;Kim, 2002;Stivers, 2005;Guardiola & Bertrand, 2013;Rossi, 2020, entre otros) e interacciones profesionales como la entrevista terapéutica (Davis, 1986;Antaki, 2003;Antaki et al, 2005;Knol et al, 2020;Yijin, 2021), en las que el hablante recupera el discurso del interlocutor con el propósito de alinearse con él, de ayudarlo a formular su discurso o a construir su historia (Wynn & Wynn, 2006: 1390. En varios de estos últimos estudios los procedimientos de RDI se han analizado con frecuencia en tanto que modos de expresión de empatía con respecto al emisor del turno repetido (Wynn & Wynn, 2006;Knol et al, 2020: 10;Yijin, 2021: 382), entendida esta sobre todo en su dimensión conocida como empatía cognitiva, como la capacidad de reconocer y comprender las emociones de otra persona (Abu-Akel & Shamay-Tsoory, 2013;Cuff et al, 2015;Figueras, 2021: 127 y en prensa). La empatía cognitiva entraña operaciones de toma de perspectiva (perspective-taking), consistentes en inferir los pensamientos o creencias de otra persona (toma de perspectiva cognitiva) o sus emociones y sentimientos (toma de perspectiva afectiva) (Healey y Grossman, 2018), lo cual permite entender y predecir su comportamiento (Davis, 1983: 115).…”