La incidencia de hemorragia de tracto gastrointestinal baja (HTGB) es de 33-87%/100,000 habitantes y representa 20-25% de todas las hemorragias gastrointestinales. El primer paso en el abordaje es definir si el paciente cursa con estabilidad hemodinámica (estratificación de riesgo). La mortalidad se asocia a comorbilidades del paciente. La colonoscopia es el estándar de oro para el diagnóstico y tratamiento. En casos seleccionados la embolización selectiva por angiografía debe ser considerada. Hay múltiples terapias endoscópicas con alta efectividad. En la prevención de la hemorragia pospolipectomía, se prefiere el uso de hemoclips en casos seleccionados.