“…En este sentido, el empoderamiento fortalece la aceptación de las condiciones de salud, desarrolla el interés por aprender y favorece la ejecución de acciones enfocadas en el autocuidado; desarrollando además un sentimiento de poder, autonomía y libertad para el control y toma de decisiones (Cattaneo, y Chapman, 2010;Laverack, 2011 y Schulman-Green D, Jaser, Martin, Alonzo, Grey y McCorkle, 2012) por lo tanto la dualidad entre autocuidado y empoderamiento favorecen un desarrollo conductual razonado, centrado en la atención con respecto a uno mismo, desde de un marco individual, familiar, comunitaria e institucional enfocado en el mejoramiento de la calidad de vida (Backman, y Hentinen, 1999;Johnson, Kincade, Bernard, BusbyWhitehead, Defriese, 2000y Beswick, Rees, Dieppe, 2008, que debe partir de la base de que las personas mayores tienen una larga trayectoria de vida, es decir, que han transitado por varias edades (Osorio;Torrejón;Meersohn y Anigstein, 2011).…”