En un mundo globalizado, los efectos positivos o negativos de una economía se pueden trasladar a otros países, en mayor o menor incidencia; dependiendo del tamaño de la economía, ha tenido expansión o recesión. Siempre se dice que cuando les da gripe a potencias mundiales como Estados Unidos, China o la Unión Europa, el resto del mundo se resfría; esa correlación entre economías hace que el riesgo de un país se traslade a uno o a muchos, generando un contagio que puede transformarse, por ejemplo, en una recesión en el mundo entero. Ese riesgo es una característica que en Ecuador y en muchos países de alta volatilidad, es un indicador que requiere permanente análisis en todas las decisiones que un inversionista, sin importar el tamaño de la inversión, debe considerar para trasladar montos específicos de dinero a sectores que, a su vez, tienen riesgos particulares. Esta realidad se ha repetido en el mundo, pero, especialmente, en el Ecuador, debido a varios factores, en algunos casos externos, pero, en la mayoría, a conflictos internos en ámbitos económicos, políticos o, inclusive, fenómenos naturales. El poder de calcular el riesgo en una inversión específica, en países como el Ecuador, debería convertirse en una capacidad de todos los emprededores; esto les ayudaría a mejorar la rentabilidad, midiendo el tamaño del riesgo. 271 páginas e-ISBN: 978 - 9942 -822-72-7