“…De todas maneras, estos periodos coinciden con las épocas en las que se tiene fácil acceso a los plaguicidas, lo que pudo propiciar actos impulsivos resultantes en la intoxicación autoinfligida intencionalmente por la ingestión de estas sustancias. En algunos estudios se ha señalado que existe un mayor riesgo de problemas mentales, principalmente la depresión, en personas que han estado expuestas a plaguicidas (36,(49)(50)(51)(52)(53)(54), lo que favorecería conductas tendientes al suicidio por su ingestión. Estas conductas se ven favorecidas por la asequibilidad de los plaguicidas en los países en desarrollo, especialmente en las áreas rurales en donde son de uso común, lo que, de cierta manera, facilita su consumo en los periodos de crisis en la vida cotidiana (55,56), sobreviniendo la muerte debido a la gran letalidad asociada con su ingestión (57).…”