“…Cuando se habla de efectividad, se hace referencia a los resultados positivos derivados de los aprendizajes que las personas obtuvieron durante el proceso formativo. Es decir, se considera que la formación en ética genera que un individuo amplíe su comprensión y raciocinio frente a los asuntos morales y mejore su capacidad para tomar decisiones basadas en principios éticos (Verma et al, 2016;Fischbach, 2015;Cameron y O'Leary, 2015;Baden, 2014;Weber, 2015Weber, , 1990Hare, 1975 En la tabla 3 se aprecia que el 60,78% de los artículos siguen discutiendo sobre el tema, cuestionando por ejemplo el aprendizaje sobre lo ético que puede obtener un adulto (Wang y Calvano, 2015;Gu y Neesham, 2014;Castaño y Garín, 2012;McWilliams y Nahavand, 2006;Sims y Felton, 2006). El 39,22% da por hecho que la formación en ética organizacional es un proceso que genera buenos resultados, lo que le permite a estos autores enfocarse en cuestiones más específicas, por ejemplo validación de metodologías o propuestas pedagógicas para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en diferentes contextos.…”