“…Desde nuestra perspectiva, entendemos el arte rupestre como "materialidad visual" (sensu Fiore, 2011) ya que, en tanto objeto físico -materia-es resultado del trabajo humano invertido en su producción con el fin de transformar esta materia en imágenes para ser vistas (Fiore, 2011). De esta manera, la materialidad visual constituye tanto un fenómeno comunicativo (Layton, 1991, Ross et al, 2008 mediante códigos visuales (Fiore, 2011), como también una práctica que se despliega en distintos espacios plásticos y en el marco de sistemas de movilidad, estrategias de subsistencia, tecnologías, recursos, factores ideológicos y cognitivos para su producción (Aschero, 1988, 1997, Fiore, 2009. Esto nos permite aproximarnos, no sólo a cómo los grupos humanos en distintos contextos marcaron y usaron diferentes espacios, sino también cómo establecieron sus interacciones o redes sociales, compartiendo información, conocimientos, o definiendo posibles límites territoriales o identitarios (Carden, 2008, David y Lourandos, 1998, Domingo et al, 2008, Franklin, 2007.…”