“…(7,8) Las enfermedades trombóticas ocasionadas por el COVID-19 se han atribuido al elevado componente inflamatorio, a la hipercoagulabilidad, la activación plaquetaria, el daño endotelial y la estasis sanguínea, además se ha identificado que el riesgo trombótico venoso es mayor al arterial en una relación de 73,6 % -26,4 % respectivamente, pero cuando el de tipo arterial se presenta tiene peor evolución y una mayor mortalidad. (9) Los factores de riesgo para desarrollar TEP son algo inespecíficos y muchos de estos representarán un riesgo franco para la presentación de TEP asociada a COVID-19, sin embargo, varían entre pacientes y es por esto que no se puede generalizar quienes van a presentar esta complicación y quienes van a ser esquivos a la misma, a pesar de esto se debe conocer dichos factores y tenerlos en cuenta en todo momento. (6,10) Existen múltiples factores de riesgo con influencia en la presentación de TEP relacionado a COVID-19, así por mencionar algunos se sabe que los pacientes que precisan ingreso a UCI tienen un mayor riesgo de desarrollar TEP que aquellos pacientes que se mantienen en planta de hospitalización, (11,12) el aumento de dímero D (DD) se ha visto también asociado con patología trombótica además de relacionarse a un mayor índice de mortalidad, así también la presencia de comorbilidades como la obesidad aumenta el riesgo de contagio y la necesidad de intubación, (11,13,14) incluso a cierta edad se aumenta el riesgo embolias venosas y debe ser considerado como un factor a tomar en cuenta.…”