“…Esta teoría es aceptada por diversos autores para explicar el arraigo hacia actividades relacionadas con el ejercicio físico (Navas y Soriano, 2016; Usán-Supervía, Salavera-Bordás, Murillo-Lorente y Megías-Abad, 2016) Ahora bien, los motivos que acercan a las personas a la práctica de ejercicio físico pueden ser diversos en función de distintas variables como género o el tiempo que llevan realizando ejercicio de forma continua. Estudios previos han mostrado diferencias en los motivos hacia la práctica de ejercicio físico en función del género, con una predominancia asociada a la mejora de su apariencia corporal (perder grasa corporal, incrementar la masa muscular), cuya manifestación parece ser mayor en las mujeres debido a la presión cultural e interpersonal en comparación con los hombres (Guedes, Legnani y Legnani, 2013;Li et al, 2015;Tylka y Homan, 2015). Asimismo, factores de un carácter más extrínseco relacionados con la apariencia y una mayor preocupación con el control del peso corporal parece ser un motivo mayoritariamente manifestado por las mujeres, mientras que factores de un carácter más intrínseco como el incremento fuerza, el competir y la percepción del ejercicio como un reto, parece predominar en los hombres (Egli et al, 2011;Al Kubaisy et al, 2015;Louw, Van-Biljon y Mugandani, 2012;Molanorouzi, Khoo y Morris, 2015).…”