La pobreza y la victimización ocasionadas por el crimen y la violencia son consideradas violaciones a los derechos económicos, sociales y culturales, y a la dignidad humana. Las poblaciones más excluidas suelen ser víctimas recurrentes de estas violaciones de derechos. Los artistas son una de estas poblaciones, pues usualmente se encuentran en situación de vulnerabilidad socio-económica estructural.
Tomando como caso de estudio a la ciudad de Acapulco, México, una de las localidades más violentas y empobrecidas del país, intentamos responder, ¿cómo es ejercido el arte en Acapulco, una ciudad con un alto índice de población en situación de pobreza y con un alto nivel de violencia? ¿Qué implicaciones tiene esto en la práctica artística? A su vez, ¿cómo ejercen sus derechos quienes se dedican al arte en Acapulco? Para ello, se diseñó un estudio de caso cualitativo instrumental centrado en las experiencias de los artistas. Mediante un análisis temático identificamos que en Acapulco los artistas ejercen sus derechos económicos, sociales y culturales principalmente a través del mercado, y en los casos de un ejercicio más constante, éste se encuentra asociado con un contrato laboral formal, más que desde la oferta pública garantizada por el Estado.