Multi-planar instability, laxity and reduced knee flexion during the support phase of walking are determinants of return to sports

Abstract

Background: After anterior cruciate ligament reconstruction, some patients are not recommended to return to high-level physical activity because they fail to pass return-to-sports tests. The kinematic difference between these patients and those who pass the return-to-sports tests is unclear.Methods: Eighty-two patients who received anatomic single-bundle anterior cruciate ligament (ACL) reconstruction for unilateral ACL injury underwent return-to-sport tests during a hospital visit at a minimum of 9 months (9–11 months) of follow-up. Fifteen patients who passed the return-to-sports tests (RTS group) and fifteen patients who did not (NRTS group) were randomly selected to perform a treadmill walk under dual-fluoroscopic imaging system surveillance for a 6 degrees of freedom kinematic evaluation.Results: Of the 82 patients, 53 passed the return-to-sports tests 9 months after surgery, with a return-to-sports rate of 64.6%. In the stance phase, the NRTS group had a larger anterior tibial translation (1.00 ± 0.03 mm vs. 0.76 ± 0.03 mm, p = 0.001), a larger lateral tibial movement (1.61 ± 0.05 mm vs. 0.77 ± 0.05 mm, p < 0.001), a larger distal tibial displacement (−3.09 ± 0.05 mm vs. −2.69 ± 0.05 mm, p < 0.001), a smaller knee flexion angle (6.72 ± 0.07° vs. 8.34 ± 0.07°, p < 0.001), a larger varus angle (−0.40 ± 0.03°VS. -0.01 ± 0.03°, p < 0.001) and a larger external rotation angle (1.80 ± 0.05° vs. 1.77 ± 0.05°, p < 0.001) than the RTS group. The maximum anterior tibial translation of the NRTS group is also larger than that of the RTS group (3.64 ± 0.42 mm vs. 3.03 ± 0.59 mm, p = 0.003).Conclusion: Compared with patients passing RTS tests, those who fail to pass show significant anterior, lateral, and rotational instability; knee laxity; and reduced flexion angle of the knee in the support phase during walking, which may be the possible factors hindering a return to sports.

Alteraciones de la marcha en pacientes con reconstrucción del ligamento cruzado anterior por autoinjerto: revisión sistemática

“…Por último, Zhou et al (2022) en su estudio realizaron el seguimiento de 30 pacientes operados para una reconstrucción de LCA por autoinjerto con tendón de isquiotibiales; pero en este estudio los principios en que se basaron para su organización en dos grupos fueron: aquellos que pudieron regresar a la actividad deportiva y aquellos que no fueron capaces. Cada grupo estuvo conformado por 15 participantes y se evaluaron los datos de traslación tibial y varios ángulos de movimiento articular en rodilla.…”

“…Por otro lado, los ángulos de rotación externa e interna de rodilla fueron analizados en un solo estudio que indicó aumento de este ángulo en un grupo de pacientes que no pudieron retornar a la actividad deportiva frente a otro grupo que sí lo logró (Zhou et al, 2022); esto puede ser un indicativo de inestabilidad articular después de la cirugía por lo que es punto que resulta indispensable en el proceso de rehabilitación física. En el mismo artículo también se evidencia que el ángulo varo de rodilla fue mayor en el grupo que no retornó al deporte, no obstante estos resultados no concuerdan con lo expuesto por Schagemann et al (2021) quienes en su estudio no obtuvieron diferencias significativas de este criterio entre los grupos que fueron evaluados; para lo cual los futuros estudios deberían enfocarse también en el análisis de estos ángulos varo-valgo y su relación con las demás alteraciones de la marcha.…”