En el presente trabajo nos proponemos señalar la significación del carácter “universal” que conllevan los derechos humanos como una decisiva aspiración, cuyo valor –finalmente- entendemos se asienta en la dignidad de la persona humana. Naturalmente, esta finalidad no podía soslayar los alcances propios del término, como tampoco las corrientes que, desde distintas disciplinas, critican esta condición. Para ello, realizamos un análisis sobre la evolución de estos derechos, deteniéndonos especialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y en su permanente construcción axiológica que de la misma recogen tantos tratados, convenios, como diversas constituciones.