“…En niños menores de dos años, los poros sudoríparos tienen un diámetro lo suficientemente grande como para permitir el fácil acceso de los cocos piógenos. Así, se ha descrito el desarrollo de abscesos glandulares múltiples en niños malnutridos y con condiciones higiénicas deficientes, proceso que viene a representar el equivalente infantil de la furunculosis del adulto (144). A partir del segundo año de vida, las glándulas ecrinas se hacen resistentes a la infección, y los folículos (foliculitis y furunculosis) y glándulas apocrinas asociadas (hidrosadenitis axilar) ocupan su lugar en cuanto a susceptibilidad a la infección.…”