“…En la medida en que la tecnología se hace cargo de la mayor parte de las tareas rutinarias antes realizadas por los humanos, la creatividad se vuelve más y más necesaria, en tanto función psicológica capaz de crear nuevos futuros y empujar a la sociedad a través de procesos de innovación (Moran, 2010;Runco, 2004;Westwood & Low, 2003). Tal vez por ello, en los últimos años, las discusiones sobre la creatividad y sus posibles aplicaciones en diferentes áreas de la educación se han multiplicado exponencialmente (Hennessey & Watson, 2016;Santos & André, 2015;Sintoni, 2016). Convendría entonces, dadas las circunstancias que atraviesan las subjetividades, revalorizar la propuesta teórica vygotskiana y emprender un análisis de la creatividad, la imaginación y la fantasía desde una perspectiva cultural del desarrollo.…”