Se suele explicar el origen de las composiciones líricas de la Literatura Griega Clásica utilizando como testimonio inicial pasajes de Ilíada, que refieren a un peán (I.472), a un himeneo (XVI.182) o a canciones danzadas (XVIII.560-570 y 590-605). El objetivo del presente artículo es analizar tres pasajes en los que es posible explorar dentro de Odisea, el juego de una performance de discursos líricos corales que fluyen bajo la coerción del formato épico. Se abordan el lamento de Penélope en el canto 4.722-734, la incidencia del ambiente del partenio en el canto 6.99-109 y la versión del treno de las Musas en los funerales por Aquiles en el canto 24.58-62.