Need for Sustainability and Coexistence with Wildlife in a Compact City

Abstract

Abstract-Recently, the underuse of wildlife and the increase in wildlife population due to decreased hunting have led to serious problems in both rural and urban areas. Traditional conservation methods are no longer applicable in such situations. The main purpose of this paper is, therefore, to explore ways to cope with increases in wildlife population and related issues, especially in urban areas. First, we present an overview of the current status of wildlife in urban areas, and examine why wildlife appears in cities. Then, after reviewing current expectations from compact cities through a comparison of Japan and western countries, we examine additional requirements for compact cities and depict possible future visions. Currently, the main objectives in establishing compact cities are sustainability and the prevention of population decline in local cities. We assert that when current cities are transformed into compact cities, consideration should be given to returning some space to wildlife whose habitats were altered when the cities were developed. We affirm that it is possible to ensure some space for wildlife. One possible use of reclaimed areas is as wildlife corridors, which should be distinguished from green space for residents. Former vegetation should be restored and continuous corridors secured, with recognition of the value of wildlife.

Bio-Cyber-Physical ‘Planetoids’ for Repopulating Residual Spaces

“…Laurie, 1979). Residual places provide opportunities for wildlife and spontaneous succession within the urban fabric (Kawata, 2014) by offering refuge for species displaced by intensive agriculture (Harrison & Davies, 2002;Kowarik, 2013;Schwarz, 1980). Residual places can introduce new opportunities for material and social interaction.…”

“Quantum Satis”: Una Propuesta Conceptual y Operativa Para Educar en el Consumo Sostenible. Teoría y práctica a partir de un estudio de caso

“…Por ello, una de las finalidades de la educación es aprender a convivir (Delors, 1996), es decir, aprender a vivir con otros seres, a desarrollar una conciencia de coexistencia: la conciencia de habitar con todos los seres mortales una misma esfera viviente (biósfera); reconocer nuestro lazo consustancial con la biósfera nos conduce a abandonar el sueño prometeico del dominio del universo para alimentar la aspiración a la convivencia sobre la Tierra. (Morin, 1999: 41) En la antigüedad, cuando los seres humanos no eran los miembros dominantes de sus ecosistemas, ellos y otros animales silvestres se invadían y se cazaban recíprocamente, pero esta relación mutua comenzó a cambiar a medida que la agricultura y el pastoreo se desarrollaron (Kawata, 2014). A partir de este momento se instaura la asimetría entre la vida humana y la vida salvaje.…”

“…De acuerdo con el autor referido, los seres humanos gradualmente reemplazaron la reciprocidad con una relación humano-céntrica, es decir, que arreglaron todo por su propia conveniencia. El desarrollo tecnológico acelerado sustituyo la técnica de las sociedades de cazadores-recolectores (Ingold, 2000) y permitió llevar esta relación humano-céntrica a etapas de sobreexplotación, pérdida de hábitats, disminución de la población silvestre e inclusive extinción de especies (Kawata, 2014). Desde la antropología ecológica, Ingold relaciona la dominación de los animales empleando la fuerza con el esclavismo (Sánchez-Criado, 2009).…”

“…Los ámbitos humano, social y natural de la vida están interrelacionados de modo que el binomio "sociedad-naturaleza conforma un todo integrado" (Sejenovich, 2011: 209). En la Naturaleza, el entrelazamiento cuántico entre las necesidades se observa a través de la tensión entre relaciones de ayuda mutua entre especies, es decir de cooperación en simbiosis, cuyo resultado es el equilibrio ecológico dinámico que sustenta la vida en su totalidad (Herrero, 2012; OCDE, 2020) y relaciones de competición sobre recursos que empezaron a afectar negativamente este equilibrio cuando los seres humanos reemplazaron la reciprocidad con una relación de dominio sobre la vida silvestre (Kawata, 2014). Cada vez más se está tomando conciencia que la existencia humana es ecodependiente (Herrero, 2012).…”

“…El valor que guía este concepto es el valor de la unidad en diversidad que hemos examinado en el capítulo 4. De este valor central emergen los valores de la convivencia ecológica y de la autotrascendencia (Capra, 1998;Herrero, 2012;Ingold, 2000;Kawata, 2014;Morin, 1999;Schwartz, 1992). Un papel clave lo desempeña el valor del cuidado (Comins Mingol, 2008;Fernández Herrería, 2015) y, en relación con ello, una serie de valores que hemos desarrollado con más detalle en el capítulo 4: la solidaridad, la empatía, la equidad y la no-violencia.…”