El neumotórax espontáneo es una patología extremadamente rara durante la gestación. Se define como la presencia de aire dentro de la cavidad pleural que puede generar principalmente dolor torácico y disnea. Esta patología tiene unas bajas incidencia y prevalencia en el embarazo, pero es relevante por una alta tasa de recurrencia, con un buen pronóstico para la madre y el feto si es tempranamente diagnosticada y oportunamente manejada. Se relaciona con factores de riesgo como las maniobras de Valsalva efectuadas durante el trabajo de parto, además de con comorbilidad como el tabaquismo, y con el biotipo longilíneo, entre otros, por lo que son muy importantes una adecuada anamnesis y la evaluación de la exploración física. El obstetra debe sospecharlo ante la clínica de dolor torácico asociado a disnea en gestantes en el trabajo de parto y el parto, y tenerlo en cuenta como diagnóstico diferencial. Es de vital importancia tener un manejo multidisciplinario compuesto por ginecoobstetra, internista, neumólogo y neonatólogo, incluido el apoyo por una unidad de cuidado intensivo para evitar complicaciones materno-perinatales que se puedan asociar al neumotórax espontáneo.