La contingencia sanitaria derivada del SARS-COV2, provoco en varios países la toma de medidas sanitarias como la sana distancia y el confinamiento, llevando a gran parte de la población a someterse a periodos de cuarentena con múltiples afectaciones que se siguen evaluando hoy en día. El siguiente estudio se realizó con la finalidad de describir percepciones de cambios, tanto de estilos de vida como de hábitos alimentarios durante el confinamiento, el estudio fue descriptivo, cuantitativo, transversal, llevado a cabo en 2, 000 habitantes mexicanos de entre 20 y 50 años, a los que se les aplico un instrumento tipo cuestionario. Los resultados señalan que el estrés y la ansiedad estuvieron presentes en el 75% y 80% de la población, un mecanismo para sobrellevarlo fue el “picoteo”, siendo los alimentos dulces (63.66%) la primera alternativa, si bien la actividad física se vio modificada, la percepción en la disminución de calidad del sueño sobresalió al ser reportada en un 69.6% de la población. Permanecer en casa es una medida primordial si se trata de mantener un distanciamiento social, no obstante, es necesario el diseño de medidas que eviten las afectaciones. Los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo, y la poca calidad de sueño más estrés, ansiedad y depresión, predisponen a la población a sistemas inmunes debilitados.