“…El exceso de confianza de propietarios o gerentes puede conducir a la toma de decisiones que conlleven el fracaso de la empresa (Forbes, 2004;Ucbasaran, Westhead, Wright, & Flores, 2009). También se plantea que una empresa sale del mercado si su capacidad está por debajo del umbral de supervivencia (Elfenbein & Knott, 2011), con lo que no es saludable mantenerse operando. Finalmente, Mures & García (2004) indican que se pueden distinguir tres estados distintos de fracaso: el fracaso económico, cuando los ingresos son insuficientes para cubrir los costes; el fracaso financiero, consistente en falta de liquidez; y el fracaso jurídico, que se identifica con la existencia de un patrimonio neto negativo de la empresa, lo que conlleva una sanción legal.…”