“…En unos casos, aunque estos eran rápidos, las temperaturas máximas necesarias eran superiores a 1200ºC (44) , y en otros, aunque las temperaturas máximas utilizadas se encontraban entre 1180ºC y 1200ºC, eran necesarios ciclos de cocción muy largos. (45) En otros trabajos encontrados en la bibliografía se evaluaba la posibilidad de preparar esmaltes sin fritas con agentes fundentes tales como residuos de la industria de la minería o materias primas borácicas tradicionales, pero los vidriados resultantes, o bien estaban fuertemente coloreados (12-15 % Fe 2 O 3 ) (46) , siendo por tanto de escaso interés cerámico, o bien eran muy fundentes, con temperaturas de sellado inferiores a 1100ºC (47,48) , presentando además un aspecto mate (49,50) o coloreado (51) . Por estas razones puede considerarse que, en la práctica y hasta la fecha, no hay constancia del uso industrial de esmaltes no fritados en la fabricación de baldosas cerámicas.…”