“…Entre estos se incluyen los trabajos realizados por Elorza (1969;1970;, Marcos Pous y García Serrano (1972) o Marco Simón (1978, este último desde un punto de vista iconográfico. A partir de los años ochenta aumentan de forma considerable las publicaciones, en unos casos, como consecuencia de la revisión de ediciones o de lecturas e interpretaciones (Rodríguez Colmenero y Carreño, 1981;Azcárate, 1987), en otros, del hallazgo de nuevas inscripciones como en las ermitas de Ocáriz y Alaiza-Luzcando (García y Sáenz de Buruaga y San Vicente, 1985a; 1985b) y en la iglesia de San Román de San Millán en Álava (Sáenz de Buruaga y Sáenz de Urturi, 1994), donde ya se conocían algunos ejemplares, y, por último, en trabajos de excavación (Sáenz de Buruaga, 1988;Loza y Ortiz de Urbina, 1992;Nuñez, Martínez, Ciprés y Gorrochategui, 2012;Ciprés, Nuñez y Gorrochategui, 2015). Todo ello ha hecho que el número de epígrafes romanos se haya incrementado, siendo de nuevo la provincia de Álava la que ha registrado la mayor parte de los nuevos testimonios 67 .…”