Objetivo: Evaluar la intimidad percibida por los pacientes en una unidad de hemodiálisis, identificando posibles áreas de mejora.Material y Método: Estudio descriptivo, realizando tres puntos de corte, años 2018, 2019 y 2021. Se utilizó el cuestionario de Mozota-Duarte, (11 ítems recogen las dimensiones intimidad auditiva, visual y privacidad global, escala Likert 1-5). Se utilizó el Alpha de Cronbach para el análisis de fiabilidad. Se llevó a cabo un análisis descriptivo, utilizándose pruebas no paramétricas para analizar la variabilidad de la intimidad a lo largo de los tres años, así como su relación con las variables sexo y edad.Resultados: se recogieron 125 cuestionarios (tasa respuesta 80,13%). Mediana de edad 68 años (P25:46,5-P75:80), siendo 65(52%) hombres. Alpha de Cronbach del cuestionario: 0,843. La mediana de puntuación de la privacidad global fue 4,66 (P25:4-P75:5), la intimidad auditiva 4,75 (P25:4,25-P75:5) y la intimidad visual 4,75 (P25:4,25-P75:5). No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones a lo largo de los 3 años estudiados.Los atributos peor calificados (puntuación<3) fueron “haber escuchado conversaciones de otros pacientes” (19,2%) y “haber visto explorar a otros pacientes” (20,8%).Las mujeres puntuaron peor el ítem “poder haber sido vista por otras personas” (p=0,046), no hallándose significación estadística en ningún otro atributo. Encontramos una relación inversa entre la edad y los 4 ítems relativos a la intimidad auditiva (p≤0,05).Conclusiones: La intimidad percibida por los pacientes en hemodiálisis ha sido alta, manteniéndose estable en el tiempo, tanto en las dimensiones auditiva, visual como global.