“…A nivel iberoamericano y en oriente medio se han venido incrementando casos moderados y graves de estudiantes que cursan estudios técnicoproductivos que padecen las sobrecargas tecno, entre ellas la tecnoinvasión, tecnocomplejidad, tecnoseguridad y tecno incertidumbre todas como producto de la ansiedad, en la búsqueda de obtener un desempeño destacado a nivel científico y matemático, siendo esto más perceptible en las carreras técnicas de enfermería, administración, mecánicaautomotriz, programación y sistemas, comunicaciones y artes plásticas, dando como resultado que el 42.1% de los varones padecen de ansiedad anormal en contraste con las mujeres en un 48.4%; asimismo, los valores de estrés postraumáticos de los hombres fueron altos (7.77 (SD = 4.31)) y similares a la de las mujeres (7,64 (SD = 4,14) Estas situaciones han causado que las instituciones superiores replanteen sus enfoques de enseñanza técnicoproductiva, considerando los rasgos de personalidad de sus futuros egresados y fomentando en desarrollo positivo como eje transversal en sus lineamientos curriculares (Basheti et al, 2023;Xu et al, 2023;Megreya & Al-Emadi, 2023;Arenas et al, 2023). Sin embargo, en la realidad ocupacional, estos males tienden a ser más graves y sin discriminación de género, conduciendo a los actos suicidas y/o consumo de sustancias ilícitas tal como lo evidencia la realidad latinoamericana con más de 20 millones de casos (Fierro et al, 2023;Cabras et al, 2023;Watson, 2023).…”