“…Por un lado, la obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial caracterizada por un exceso de tejido adiposo (Fundación Mexicana para la Salud, 2002) y está relacionada a enfermedades cardiovasculares, respiratorias, endocrinológicas, dermatológicas, diabetes, dislipidemias, alteraciones musculoesqueléticas, alteraciones hepatobiliares y pancreáticas (López Alvarenga y Lizcelly, 2001). Por otro lado, su elevada prevalencia en la población pediátrica en sociedades industrializadas llegó a considerarse un trastorno nutricional característico de estas sociedades y a constituirse en un factor de riesgo reconocido para la obesidad en la edad adulta (Violante Ortiz;Barrio et al, 2005). Sin embargo, en países en desarrollo se han observado incrementos muy rápidos, similares a los reportados para las sociedades industrializadas (Lobstein et al, 2004).…”