Se estudiaron los ensambles de microvertebrados recuperados de nueve sitios arqueológicos del sur de Mendoza. A partir de un análisis tafonómico exhaustivo, se pudo concluir que las aves rapaces fueron los principales agentes acumuladores de los microvertebrados. El registro aislado de marcas de corte en una tibia de un roedor cávido, en un lapso de la secuencia de un sitio cordillerano (1380-770 14C años AP), indicó una débil señal de consumo antrópico sobre los microvertebrados. Por ende, no alcanza para defender un uso sistemático de los mismos, tal como se hubiera esperado dadas las expectativas del modelo de intensificación de los recursos, planteado para el sur de Mendoza desde el 2000 AP. El proceso de intensificación pudo no haber sido tan marcado como para que los cazadores-recolectores del sur de Mendoza tuvieran que explotar este tipo de recurso sostenidamente, como fuera probado en otras regiones de Argentina (e.g. Pampeana, Central y Patagónica). Finalmente, las muestras arqueológicas exhibieron una marcada estabilidad taxonómica con algunas variaciones hacia el Holoceno tardío final, que podrían relacionarse con el evento climático ENSO (El Niño Southern Oscillation), como fue señalado en publicaciones previas, en base a otros indicadores paleoambientales (e.g. polínicos, glaciológicos, sedimentológicos, dendrológicos y malacológicos).