“…Los niños se pueden diagnosticar inmediatamente al nacer por su corta estatura, por la presencia de fracturas patológicas, osteomielitis en huesos largos e infecciones a repetición (8). En la mayoría de los casos existe afectación multisistémica: la afectación hematológica es la más frecuente (anemia, plaquetopenia, leucoeritroblastosis, hemorragias secundarias a trombocitopenia), también lo son las otorrinolaringológica (obstrucción nasal, respiración oral, rinorrea, ronquidos, apnea obstructiva, sordera), oftálmica (exoftalmos, ceguera, hipertelorismo, atrofia neurosensorial de la retina) y ósea (macrocefalia, prominencia frontal, fragilidad ósea, fracturas hasta en un 80%, osteomielitis, micrognotia, tórax restrictivo, estrechamiento de forámenes óseos) (4,5,13).…”