La sociedad hiperconectada actual, en su sometimiento a la pantalla y mediante la profusión de estereotipos a través de las redes sociales, contribuye a la recreación de una distopía identitaria y relacional que poco a poco se instaura y se legitima. Desde el entorno educativo, conscientes del impacto de fenómenos como el selfie en la construcción identitaria de la adolescencia y la juventud, deben plantearse alternativas reflexivas, críticas y emancipadoras. Este estudio propone un recorrido teórico que evidencia la carga simbólica del selfie como dispositivo cultural y mediático que perpetúa estereotipos hegemónicos para, a partir de estas bases conceptuales, determinar la necesaria transición hacia construcciones simbólicas artísticas y críticas desde la formación de maestros y maestras. Para ello se propone el antiselfie como dispositivo educativo y artístico, antagónico y contrahegemónico. Para evaluar el impacto de esta práctica artística desarrollada durante tres cursos en la asignatura Educación en Artes Plásticas y Visuales, esta propuesta opta por la metodología de investigación educativa artístico-narrativa. El estudio muestra el reemplazo de las autorrepresentaciones normativas por producciones autorreferenciales introspectivas que favorecen la reconstrucción identitaria individual y colectiva desde la diversidad, así como la idoneidad del uso del antiselfie en contextos educativos.