Las fracturas de escápula son consideradas relativamente raras, representan 0.7% de todas las fracturas y les corresponde de 3 a 5% de todas las fracturas de la cintura escapular. 1 Su importancia radica en que la escápula forma parte de un proceso dinámico en los movimientos de la extremidad superior, ya que 18 músculos se originan o cruzan a la escápula y a la articulación glenohumeral, y así, su incorrecta alineación o mala unión posterior a una fractura implica problemas para realizar la función adecuada de la extremidad torácica. Dado que en la mayoría de los casos de fractura de escápula está involucrado un traumatismo de alta energía (no en el caso presentado), la búsqueda de lesiones asociadas es imprescindible, ya que las lesiones concomitantes reportadas son de 31.5% en la cabeza y 36.8% en tórax, incluyendo 3.95% en grandes vasos. 2 El estudio de Baldwin y colaboradores 3 sobre 9,400 fracturas de Paciente femenino de 83 años, ama de casa, viuda, vive sola y realiza caminata diaria por 45 minutos; sin antecedentes de importancia. La paciente acudió al Servicio de Urgencias por haber sufrido una caída desde su propia altura, colisionando su hombro derecho contra el piso, aunque no perdió el estado de alerta.Al momento de realizar la exploración física, el hombro derecho estuvo en aducción y flexión de codo, sostenido por la mano contralateral; hubo presencia de tumefacción y equimosis por encima de la escápula derecha (signo de Comolli), dolor al ejercer presión sobre la escápula derecha y al intento de abducción de hombro; presenta la clavícula intacta, fue imposible valorar la fuerza muscular del deltoides a causa del dolor. Los campos pulmonares se presentan con murmullo vesicular normal y ruidos cardiacos rítmicos, sin fenómenos agregados; el resto de la exploración fue normal.Con diagnóstico de probable fractura escapular, se solicitó una radiografía anteroposterior de ambos hombros y tele de tórax, la cual confirmó fractura de escápula derecha que abarca los glenoides con mínimo desplazamiento (14 F1.1 de la clasificación AO), combinada a fractura de la espina del omóplato en base de acromion (14 A3 de la clasificación AO) (Figura 1). Se manejó con vendaje de Velpeau y paracetamol a dosis de 500 mg cada tercer día, se retiró el vendaje a las cuatro semanas y recibió rehabilitación por seis semanas; se le dio de alta con calificación de 17 en la escala de DASH y permaneció asintomática. Figura 1: Radiografía anteroposterior de hombro derecho, la cual muestra trazo de fractura no desplazada en espina del omóplato, en base del acromion (flecha) y trazo de fractura de glenoides con desplazamiento menor de 4 mm (flecha negra), en una paciente octogenaria.Fractura de espina del omóplato, (base del acromion)Fractura de la glenoides https://dx.