El territorio mexicano, es rico en restos fósiles tanto de flora como de fauna, los cuales son de gran interés científico, económico y social, para investigadores nacionales y extranjeros. Hasta el siglo XIX la recuperación de los fósiles siempre estuvo vinculada a la búsqueda de minerales y energéticos, pero durante el siglo XX esta actividad ha estado ligada con la academia. A pesar de que la paleontología en México se empezó a desarrollar el siglo pasado, las leyes y reglamentos que respaldan la protección y conservación del denominado patrimonio paleontológico aún presentan inconsistencias jurídicas. Actualmente, la ley establece una equivalencia entre un bien paleontológico y un bien arqueológico, homología que es inaceptable en la comunidad científica (nacional e internacional). Los fósiles se forman por procesos naturales, por lo que éstos deben formar parte del “patrimonio natural”, y la pérdida de estos materiales se debería incorporar al término conocido como “pérdida de la geodiversidad”. Uno de los factores principales que propician esta situación, es la falta de un marco legal que favorezca y rija el trabajo de los paleontólogos y otros interesados, con el fin de conservar y proteger estos bienes. Para este trabajo, se realizó una encuesta a la comunidad académica (estudiantes y profesores-investigadores) durante el XVI Congreso Nacional de Paleontología (2019) y se revisó el marco jurídico vigente relacionado con la protección y conservación de los restos fósiles; todo ello con el fin de recomendar cambios conceptuales y funcionales a la ley federal, además de considerar metodologías de trabajo para la evaluación de las colecciones y de los sitios de interés paleontológicos. Asimismo, de tomar en cuenta los criterios científicos, socioculturales y socioeconómicos, con el fin de construir un marco jurídico integral que apoye la investigación, la conservación y la protección del patrimonio paleontológico.