En esta revisión resumimos las principales publicaciones que informan sobre las potenciales manifestaciones oculares de la enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19). La evidencia científica se basa en cartas al editor, casos clínicos aislados y series de casos, principalmente de corte transversal. Hasta la fecha, incluimos la conjuntivitis viral, una conjuntivitis inmunomediada y parálisis oculomotoras (POM). Se discute la posibilidad de retinopatía. La conjuntivitis viral puede aparecer aislada o asociada al cuadro sistémico, principalmente pulmonar, antes o después del inicio de los síntomas respiratorios. Puede ser tanto unilateral como bilateral, es típica la presencia de folículos, y presenta una duración variable entre 5 y 20 días. La conjuntivitis inmunomediada consiste en un enrojecimiento ocular acompañada de eritrodermia y febrícula. Aparece más frecuentemente en los niños y se ha asociado a un cuadro «Kawasaki-like» y síndrome del shock tóxico. Las POM pueden presentarse de forma aislada, o formando parte de un síndrome de Miller-Fisher, junto con ataxia e hiporreflexia. Los oftalmólogos presentamos un riesgo considerable de contraer la COVID-19 debido a un contacto estrecho con el paciente, exposición a las lágrimas y a las secreciones oculares y al uso de multitud de equipos y aparatos susceptibles de contaminarse.