“…En nuestro medio es necesario hacer el diagnóstico diferencial con el absceso hepático piógeno, ya que clínica y radiológicamente son similares (1). Por lo tanto, se recomienda que además de las ayudas imaginológicas se determinen en el suero los anticuerpos específicos contra E. histolytica y se hagan hemocultivos para confirmar o descartar la presencia de Escherichia coli, Bacteroides spp, Citrobacter spp, y otras bacterias (3); esto con el propósito de definir la etiología del absceso hepático y de esta manera instaurar un tratamiento más oportuno y racional y así evitar las complicaciones severas que producen una alta morbimortalidad (8,9). En los países tropicales considerados como áreas endémicas se han usado varias técnicas inmunológicas para el diagnóstico serológico del AHA (10), como la inmunodifusión, la hemaglutinación, la fijación del complemento etc., pero los resultados no (2).…”