“…Estas situaciones habían sido experimentadas por las personas cooperadoras y no-coopera-doras unas semanas antes 1 . De acuerdo con lo esperado, nuestros resultados mostraron que la actividad de la red neuronal de teoría de la mente es modulada por el contexto social: en el contexto de cooperación, es decir, ante la inferencia de estados mentales de la persona cooperadora, hubo mayor activación en la corteza occipital y el cerebelo, además de una conectividad funcional entre las regiones cerebrales de la corteza prefrontal asociadas al funcionamiento ejecutivo; mientras que para el contexto de no-cooperación -persona no-cooperadora-, se detectó una conectividad funcional entre regiones cerebrales posteriores, sensibles a claves sensoriales-visuales y de recuperación automática de información (Reyes-Aguilar, 2016;Reyes-Aguilar et al, 2017;Hevia-Orozco et al, 2022b). Estos resultados sugieren que, ante contextos de cooperación, se emplean mecanismos de funcionamiento ejecutivo para inferir los estados mentales de otros y, así, optimizar nuestro desempeño social en interacciones que exigen reciprocidad y una posible recurrencia para formar alianzas o relaciones a largo plazo.…”