En 2007, Bobby Jindal se convirtió en el primer gobernador no-blanco en ser elegido en Louisiana, y sólo el segundo gobernador no-blanco en un estado sureño. La elección de Jindal es interesante ya que Louisiana ha sido aquejada por lo que muchos observadores denominan voto racial reactivo. En efecto, algunos han argüido que dicha reacción violenta explicó la derrota de Jindal en la elección para gobernador de 2003. Este artículo utiliza datos a nivel agregado (aggregate-level data) para examinar si acaso voto racial reactivo influyó en la derrota Jindal en 2003 y si acaso la ausencia del mismo contribuyó a su victoria en 2007. Las conclusiones apuntan a que el voto racial reactivo ejerció un efecto significativo en el voto distrito-por-distrito tanto en las elecciones para gobernador de 2003 como en las de 2007. Sin embargo, se destaca que aún así el voto racial reactivo por si mismo resulta insuficiente tanto para causarle la derrota en 2003 como para impedirle la victoria en 2007.