“…Las representaciones sociales de la Patagonia han contribuido a su posicionamiento como destino de turismo de naturaleza. Las narrativas de territorio inhóspito, caracterizadas por una serie de calificativos referidos a lo remoto y desconocido, a lo prístino e inexplorado, a lo mágico e inquietante, a lo fronterizo y periférico, a lo aislado y marginal (Álvarez, 2014;Garbelloti et al, 2008;Hiernaux, 2010;Inostroza & Prat, 2014;Núñez et al, 2014;Núñez et al, 2016;Núñez et al, 2017;Said, 2014), contribuyen al imaginario turístico. Así, la dinámica turística de la Patagonia chilena se ha basado en la construcción de un imaginario asociado a una naturaleza silvestre, prístina y sublime, cuya apertura geográfica se ha logrado principalmente gracias a la Carretera Austral, 1 y donde las áreas silvestres protegidas del Estado (asPe) constituyen los principales sitios de interés turístico (Bachmann, 2021;Bourlon, 2018;Gale et al, 2018;Inostroza Villanueva, 2016;Muñoz & Torres, 2010;Núñez et al, 2018;Urrutia et al, 2019).…”