“…Por último, dentro de la dimensión de cultura, una de las barreras identificadas es no considerar la condición de ruralidad al momento de intervenir, pues las intervenciones en estos contextos se caracterizarían por altos niveles de vulnerabilidad, instalaciones inadecuadas, escasez de materiales pedagógicos, difícil accesibilidad, condiciones difíciles para los docentes y bajo nivel de logro de aprendizajes (Arriagada & Calzadilla, 2018), todo lo cual repercutiría al momento de ejecutar una intervención. En efecto, la falta de adecuación de una intervención se puede explicar porque los programas son diseñados por estamentos gubernamentales que tienden a homogeneizar a los participantes, dejando de lado a sectores con características particulares como las rurales, por lo que uno de los desafíos para los programas es plantear una intervención adaptada a su entorno y la capacidad de moldear sus bases técnicas para que puedan adecuarse a diferentes contextos (Zavala-Villalón et al, 2020).…”