INTRODUCCIÓNLas fracturas sacras se pueden presentar como consecuencia de traumatismo directo o asociadas a fuerzas de estrés continuadas sobre un hueso debilitado, bien sea por estadios osteoporóticos avanzados o posteriores a la radioterapia (fracturas de estrés o fracturas por insuficiencia). La sacroplastia percutánea realizada bajo guía radiológica -fluoroscopia (arco en C) o con tomografía computerizada (TC)-es un procedimiento mínimamente invasivo que mejora el dolor y estabiliza la zona sacra (1).En las distintas series la mejoría del dolor puede ser cercana a porcentajes del 90 % en pacientes con fracturas y 60 al 70 % en patologías de origen neoplásico (2). Los mecanismos responsables del alivio del proceso doloroso obtenido tras la realización de esta técnica surgen por la posible acción combinada de la ablación termal neural tras la inyección, la neurolisis química y por la estabilización, fijación de la fractura sacra.
EPIDEMIOLOGÍASe estima que entre un 62 % a un 86 % de los pacientes con estados oncológicos avanzados presentan niveles elevados de dolor (3-7). Dentro de los procesos oncológicos, las metástasis son tan comunes como los tumores primarios y cuando se presentan lo hacen muy frecuentemente en sus formas osteolíticas con los conocidos perjuicios sobre los pacientes. Se relacionan principalmente con tumores de próstata, mama, pulmón y presentan importante riesgo de asociar situaciones como aplastamiento vertebral y fracturas patológicas. Entre las consecuencias más frecuentes de las metástasis óseas se encuentran el dolor, las fracturas patológicas, la compresión radicular y la hipercalcemia.La región sacra, con un 21 %, es el tercer emplazamiento más frecuente de las metástasis, tras las vértebras dorsales (32 %) y la articulación del hombro (28 %). Las fracturas del sacro se presentan generalmente asociadas a cuadros de intenso dolor, discapacidad y complicaciones neuroló-gicas (8).Como parte del arsenal terapéutico intervencionista de las mismas, disponemos de la posibilidad de realizar fijaciones (9,11-13), sacrectomía parcial (10-12) o total y la sacroplastia percutánea. Esta última constituye una opción segura y efectiva como tratamiento mínimamente invasivo para el alivio del dolor y la estabilización de la zona sacra en régimen ambulatorio o con una mínima estancia hospitalaria (14,15).
INDICACIONESDolor intratable en región sacra con evidencia radiológi-ca por medio de TC, RM o gammagráfía de fracturas a este nivel, lesiones captantes -secundarias a tumores primarios o bien secundarias a tumores en otras localizaciones (mieloma, cáncer de mama, próstata, pulmón…)-o derivadas de fracturas osteoporóticas.