“…Antes de regresar a los Diálogos de Amor para una referencia final, hay que darle una rápida mirada a la transformación del diálogo como forma literaria de expresión durante la Edad Media. Se trata, naturalmente, solo de un comentario general, pero una de las primeras constataciones que debemos hacer es que casi mil años después de la condena de Agustín al diálogo ciceroniano, fue Petrarca quien, con su Secretum, hizo que regrese a circulación una vez más, si no su forma, al menos el espíritu del diálogo antiguo (Petrarca, 1978(Petrarca, , 1989(Petrarca, , 1993. El Secretum puede ser descrito como un intercambio, parecido al soliloquio, entre la personalidad literaria del autor y su conciencia agustiniana (Marsh, 1980, p. 4) 11 .…”