El complejo volcánico de Ahualulco (CVA), en la región meridional de la Mesa Central de México, consta de un conjunto de rocas volcánicas cenozoicas que incluye andesitas emplazadas en el Eoceno medio, seguidas de lavas dacíticas y riolíticas, al igual que secuencias piroclásticas félsicas emitidas durante el Oligoceno, algunas de las cuales contienen granate. En este trabajo se ha encontrado que, al menos, un segundo evento andesítico (andesita Petronilas) ocurrió en ese lapso, y que estuvo ligado a la génesis de la ignimbrita Cortes (de composición riolítica), conformando así un volcanismo bimodal “atípico” evidenciado por las relaciones de campo, mineralogía, correlación de los elementos incompatibles Th y Nb y los patrones de las tierras raras. Adicionalmente, se obtuvieron nuevas edades de cristalización de zircón por el método U-Pb para la Riodacita Zapatero (31.7 Ma), la Riolita Los Cuervos (30.8 Ma), la riolita granatífera El Arenal (31.4 Ma) y el pórfido riolítico El Negro (31.1 Ma). Posiblemente, el emplazamiento de la suite bimodal, así como el de las rocas encontradas en el norte, es de tipo fisural asociado a las fallas NW-SE originadas en el régimen extensivo que ocurrió entre el Oligoceno y el Mioceno. Sin embargo, en el centro del CVA se requiere de una historia eruptiva similar a la de las calderas de colapso para explicar ciertos hallazgos litológicos y estratigráficos, como la presencia de grandes brechas, con abundantes clastos graníticos y de rocas sedimentarias basales del Cretácico, en las tobas Palos Colorados y Hienera.