El tratamiento de las adicciones busca reducir el daño que la adicción causa a los individuos y a la sociedad. Sin embargo, muchos servicios, sobre todo en el sector privado, tienen objeciones ideológicas a la hora de utilizar tratamientos médico-farmacológicos y se muestran críticos con otros servicios que sí ofrecen tratamientos farmacológicos. Esta situación contrasta profundamente con la actitud de las clínicas de planificación familiar (PF), que también buscan reducir daños. Irónicamente, las clínicas más antifarmacológicas suelen ser las que proclaman a toda voz que la adicción es una «enfermedad», mientras que el evitar un embarazo no deseado, que no se considera enfermedad, se aborda y soluciona de forma muy efectiva con técnicas médicas. Las clínicas de PF tienen en cuenta los diferentes modelos de conducta sexual, los contextos sociales y las actitudes de las pacientes cuando diseñan planes de tratamiento individuales, mientras que las clínicas que tratan adicciones parten de un enfoque de talla única o de «lo tomas o lo dejas». Los servicios de adicción pueden aprender lecciones clínicas e ideológicas muy útiles de las clínicas de PF.Palabras clave : adicción, alcohol, contracepción, reducción del daño, heroína, embarazo, naltrexona. Reducción de daños en embarazos no deseados y de adicciones no deseadas: una instructiva analogía
ABSTRACTAddiction treatment aims to reduce the harm that addiction causes to individuals and society. However, many clinics, especially in the private sector, have ideological objections to using medico-pharmacological treatments and are often critical of other services that do offer pharmacological treatments. This situation contrasts sharply with the attitude of family planning (FP) clinics, even though they too aim to reduce harm. Ironically, the most anti-pharmacological clinics are often those which proclaim most loudly that addiction is a 'disease', while avoiding unwanted pregnancy, which is not usually seen as a disease, is widely and effectively achieved with medical techniques. FP clinics typically consider widely varying patterns of sexual behaviour, social contexts and patient attitudes in devising individual treatment plans, while addiction clinics commonly have a one-size-fits-all, take-it-orleave-it approach. Addiction services could learn some useful clinical and ideological lessons from FP clinics.