Al observar toda la dinámica actual del edificio del centro Georges Pompidou, su relación con la ciudad de París, su estética maquinisista y el desarrollo de la arquitectura contemporánea, surge la pregunta acerca del diseño de edificios icónicos como ensayos formales, y si estos son una respuesta sensata o coherente al entorno circundante o solo son elementos que contribuyen a una experiencia estética personal. A raíz de este cuestionamiento, este artículo tiene como objetivo analizar su estética, la relación con su entorno circundante y el sentido experiencial del edificio diseñado por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers en el centro de París, haciendo énfasis en el concepto arquitectónico del primero. El análisis se enfoca en las características físicas, sensoriales y espaciales de este edificio y como estas características hacen de este edificio uno de los más visitados en todo el mundo, iniciando con las dimensiones, el programa y su implantación. Destacando las fortalezas y debilidades del edificio y de cierta manera logra concluir como este proyecto contribuye de forma positiva al desarrollo y evolución de la arquitectura.