Objetivos: describir la prevalencia del riesgo de deficiencia o exceso en la ingesta de nutrientes y el patrón de consumo de alimentos de acuerdo con las recomendaciones establecidas por el Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Colombianode Bienestar Familiar.
Materiales y métodos: se realizó un estudio transversal descriptivo en mujeres sanas que fueron atendidas en dos hospitales del oriente antoqueño, con seguridad alimentaria y nutricional (SAN) según la Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria (ELCSA), en el primer trimestre de lactancia, evaluadas entre los años 2021 y 2022. La fuente de información fue la historia clínica. Se midieron las características sociodemográficas, clínicas, antropométricas y la ingesta dietética y de micronutrientes. Se empleó estadística descriptiva. Se presenta la prevalencia de déficit o exceso de ingesta calórica y el índice de relación de consumo (IRC). Se utilizaron los software EVINDI v5, PCSIDE v1.0, Stata 16.1 y Jasp 0.16.4.
Resultados: se incluyeron 30 mujeres lactantes. La prevalencia de riesgo de deficiencia en la ingesta usual de energía fue 43 % y exceso 16 %; el riesgo de deficiencia proteica fue 98 %. El consumo superior al valor de referencia para grasa saturada fue 86 % y carbohidratos simples 72 %. El patrón de consumo se caracterizó por superar las recomendaciones para azúcares (IRC = 1,29), leche y derivados (IRC = 1,09), cereales, raíces, plátanos y tubérculos (IRC = 1,04). No cumplieron las recomendaciones en la ingesta de grasas (IRC = 0,70), carnes, huevos, leguminosas, frutos secos y semillas (IRC = 0,49), frutas y verduras (IRC = 0,41).
Conclusiones: el patrón alimentario identificado dista de las guías nacionales, lo que limita el consumo de macro y micronutrientes, y contribuye al círculo intergeneracional de la malnutrición. Es fundamental realizar nuevas investigaciones en el país para identificar otros patrones de consumo e impulsar acciones de política al respecto.