“…La contribución que han brindado las plataformas virtuales en estos tiempos de pandemia a la educación es muy valiosa, debido a que fueron las encargadas de almacenar la información a compartir con los estudiantes y a través de ellas desarrollar los contenidos propuestos en las mallas curriculares. Sin embargo, a pesar de que las diferentes casas de estudio contaban con una plataforma para el servicio educativo a brindar, también es cierto que tanto docentes como estudiantes buscaron interactuar por otros medios digitales de libre disponibilidad y que por ser de fácil acceso brindaban una experiencia de comunicación mucho más interactiva de manera sincrónica como asincrónica, el estudio realizado por Jiménez-Puig & Fernández-Fleites (2021) concluye que fuera de las plataformas virtuales de las diferentes universidades los estudiantes priorizaron las redes sociales para interactuar de manera más dinámica, dentro de las cuales la que lideró fue el WhatsApp, esto principalmente porque permitía compartir archivos de gran tamaño que por otros medios era más complicado compartirlo, además se podían compartir no solo formato de procesadores de textos, sino que también era posible compartir audios y videos que con el correr del tiempo fue afianzando su liderazgo al respecto, a pesar que se ofrecieron otras redes sociales con similares características, estas a la fecha continúan liderando la preferencia de los usuarios (Asmara, 2020). Otra alternativa que fue aceptada por docentes y estudiantes como un medio de comunicación más formal que el WhatsApp es el correo electrónico, debido a que se puede compartir información con muchos usuarios a la vez pero que también hace que la información sea entregada de manera individualizada, además que al almacenarse en las bandejas de entrada no se corría el riesgo de perder la información como a veces sucede con el WhatsApp.…”