El tratamiento de maxilares atróficos mediante implantes cigomáticos fue introducido de manera inicial por Branemark en 1988, a partir de entonces se han presentado varias modificaciones en cuanto a sus indicaciones, planificación prequirúrgica y técnica quirúrgica. Siendo en la actualidad una alternativa segura y predecible a largo tiempo.
El objetivo del presente estudio fue analizar la presencia de problemas biológicos y biomecánicos, así como la satisfacción de los pacientes rehabilitados con implantes cigomáticos extrasinusales con carga inmediata para lo cual se revisó de manera retrospectiva 21 implantes cigomáticos instalados en 6 pacientes que presentaban tanto maxilares atróficos como maxilares con secuela de maxilectomia quienes fueron tratados en una clínica privada de la ciudad de Quito – Ecuador.
Los resultados de este estudio demostraron que solo un 9,52 % de los implantes presentó complicaciones biológicas, de las cuales 1 implante presento comunicación bucosinusal (4.76 %) y 2 implantes presentaron sinusitis maxilar- (9,52 % - se repite el implante afectado con la comunicación buco-sinusal); Además todos los pacientes brindaron respuestas satisfactorias en cuanto a la satisfacción general al tratamiento. Se concluye que la técnica de implantes cigomáticos extrasinusales es una técnica confiable y reproducible que genera una alta satisfacción en los pacientes.