“…El recorte rutinario de las pezuñas debe evitarse en la medida de lo posible, dado que el recorte aumenta la prevalencia de cojeras porque daña el tejido sensible y se puede exponer el tejido afectado al ambiente contaminado del espacio de alojamiento pudiendo agravar el problema. Por esto, cuando el recorte de pezuñas es una opción es preciso lavado tópico con yodo o la aplicación local de sulfato de zinc al 10% en agua (Sandoval-Romero et al 2018).…”