Introducción. La remodelación estética por medio de la bioplastia permite restaurar, modelar o modificar el cuerpo humano. Entre los materiales que pueden emplearse figura el ácido poli‑L-láctico (APPL) por su capacidad de estimular al fibroblasto para producir nuevo colágeno a través de un proceso inflamatorio controlado. El nuevo colágeno revierte la laxitud de la piel con aumento del volumen cutáneo en cualquier parte de la anatomía. El objetivo de este trabajo es conocer el tratamiento con APLL en distintas aplicaciones como la atrofia del tejido graso que acontece después de inyecciones repetidas en una zona, la modelación de la zona glútea y de otras áreas anatómicas del contorno corporal. Material y método. Se recomienda añadir 40 ml a Lanluma X® y 15 ml a Lanluma V®. Con las proporciones mencionadas Lanluma X® contendrá 15,75 mg/ml de principio activo y Lanluma V® 14 mg/ml. La infiltración debe hacerse en el tejido subcutáneo o sobre el plano supraperióstico; siempre en grasa y nunca intradérmico. El APPL puede aplicarse en la cara, excepto en mucosas, labios y ojeras, y en otras zonas corporales, con o sin atrofia, como glúteos, cara interna de brazos y piernas, manos y abdomen. En el trabajo que se presenta se han tratado 143 pacientes en diversas localizaciones con alguno de los productos reseñados. Resultados. Los resultados del tratamiento con APLL han alcanzado un alto grado de satisfacción; 75% en las pacientes tratadas de flacidez en la zona rotuliana, hasta un 85% en las tratadas de glúteos y brazos. Conclusiones. El APPL se ha mostrado muy eficaz para tratar la atrofia de los compartimentos grasos, dando firmeza y mayor volumen a la piel en diferentes zonas del cuerpo. Los buenos resultados son muy dependientes del médico que lo aplica, requiriéndose un entrenamiento adecuado para evitar la aparición de efectos indeseables.