El porocarcinoma ecrino (PE) es un cáncer de las glándulas sudoríparas de la piel, con una presentación clínica diversa que incluye placas, nódulos ulcerados y lesiones polipoides. Los síntomas pueden involucrar picazón, dolor e inflamación, y signos de degeneración maligna como úlceras, sangrado, crecimiento rápido o dolor. La histopatología muestra la proliferación de células atípicas con rasgos malignos, incluyendo pleomorfismo e hipercromasia nuclear. Puede metastatizar a órganos distantes, siendo el hueso, vejiga, retroperitoneo y otros sitios comunes. La supervivencia depende del tamaño del tumor, con peores pronósticos para tumores mayores de 4 cm. El tratamiento principal es la extirpación quirúrgica, especialmente en estadios tempranos, con vaciamiento ganglionar en casos de compromiso. La cirugía micrográfica de Mohs se utiliza para casos localizados. La radioterapia y quimioterapia pueden ser opciones en metástasis o recurrencia. El seguimiento a largo plazo es crucial, y se necesita investigación continua para mejorar las estrategias de tratamiento.