La peritonitis eosinofílica (EP, por sus siglas en inglés) es una complicación no infecciosa asociada al proceso de diálisis peritoneal (PD, por sus siglas en inglés), con una incidencia informada que varía del 16 al 60%. Se define por la presencia de >100 eosinófilos/mm3 o >10% de eosinófilos en el recuento total no eritrocitario del efluente de PD; en presencia de cultivos de líquido peritoneal negativos y datos sugerentes de peritonitis (como dolor abdominal, fiebre y dializado turbio), que generalmente son leves. La etiopatogenia de la EP asociada a PD no está completamente esclarecida. En principio, se considera una reacción de hipersensibilidad de la membrana peritoneal a estímulos mecánicos y químicos asociados al proceso de PD (peritonitis eosinofílica idiopática), aunque también puede desarrollarse tras episodios de peritonitis con cultivo positivo (peritonitis eosinofílica asociada a infección). La EP suele tener un carácter benigno, autolimitado y tiende a resolver espontáneamente tras el retiro del agente agresor. Casos graves o persistentes pueden requerir tratamiento farmacológico, especialmente con corticoesteroides. Es una entidad atípica, que a menudo se pasa por alto o se confunde con peritonitis bacteriana (que es la causa más común de turbidez en los efluentes de PD), lo que conduce a un manejo inadecuado.